Volvemos a las clases después de una largas “vacaciones” (si se las puede llamar así). Las universidades y terciarios cerraron acoplándose a las medidas contra la gripe A, que vergonzosamente el gobierno K pateó para después de las elecciones, agravando las consecuencias de la crisis sanitaria. Quedó claro que adelantaron las elecciones para después implementar ajustes y tarifazos. Éstas son algunas de las formas en las que el pueblo está pagando la crisis económica. Y siguen los despidos y suspensiones, crece la desocupación y el hambre. A los estudiantes se nos dificulta aún más continuar nuestros estudios y crece la deserción, aumentan el boleto y los alquileres, faltan becas y comedores, e impulsan más restricciones.
Las elecciones nacionales expresaron el rechazo a la política K que descarga la crisis sobre el pueblo. Fue derrotado el kirchnerismo, incluso en Santa Cruz. El gobierno nacional fue golpeado, en primer lugar, por millones de abstenciones (fue la mayor abstención desde 1983) que junto con el voto nulo y blanco fueron la forma más masiva de rechazo. También por millones que usaron a distintos candidatos para castigarlo. Sin embargo, los otros sectores dominantes tampoco fueron los grandes ganadores (por ejemplo la lista de Macri retrocedió en Capital Federal) y también fueron golpeados por el voto bronca. Cabe destacar que sectores importantes canalizaron su oposición a través de la lista de Pino Solanas, que planteó la recuperación de los recursos naturales.
Así se expresó un repudio al modelo que impusieron los K estos años: basado en la exportación de materias primas y productos primarios, con salarios devaluados, ínfimo presupuesto de salud y educación, concentración y extranjerizació n de la tierra, entrega de nuestros recursos naturales y pago de deuda externa. Modelo que ahora, frente a la crisis, tanto los K como la falsa oposición quieren profundizar (como se vió en el reciente pago de 8.640 millones de pesos para la deuda), haciendo que la crisis la pague el pueblo.
A miles de obreros, campesinos, estudiantes y sectores populares castigados por esta política, el resultado electoral nos deja buenas condiciones para salir a la lucha. Así los obreros petroquímicos de Bahía Blanca realizaron un histórico paro con piquetes paralizando el 70% de la producción petroquímica de la Argentina y conquistaron importantes aumentos salariales. También en Chaco miles de campesinos pobres, originarios, desocupados, trabajadores y estudiantes marcharon 220km durante 5 días “contra el hambre, por tierra, techo, trabajo, producción y federalismo”, y hoy acampan en Resistencia. Se han creado numerosas multisectoriales contra los tarifazos y el gobierno debió retroceder. Los trabajadores de Zanon conquistaron la expropiación de la fábrica. Sigue la lucha de los obreros de Mahle, General Motors, Massuh, petroleros, alimentación y pararon los metalúrgicos.
Todo esto mientras nos quieren hacer creer que la crisis ya está pasando. Pero los hechos van mostrando que se va a profundizar. El gobierno intenta ganar tiempo y oxígeno con un supuesto diálogo. Y el resto de los sectores dominantes (como la Asociación Empresaria Argentina o la Sociedad Rural) buscan marcarle la cancha desde el Congreso. Están divididos, aunque todos coinciden en el ajuste y en mantener la “gobernabilidad” con represión y persecución. En la universidad el gobierno K nos ahoga con el presupuesto y chantajea para hacer pasar su política. Ante esto, la mayoría de los rectores en lugar de salir a reclamar un verdadero aumento de presupuesto, impulsan medidas de autoajuste. Ahora, pretenden que aceptemos las partidas-sobornos de las empresas mineras avalando el saqueo y la contaminación que ha profundizado el gobierno K.
Los estudiantes tenemos que debatir en cada curso cómo desatar la lucha para hacerle frente a la crisis y enfrentar la política de este gobierno. Necesitamos becas, boleto estudiantil, comedores, apuntes baratos, enfrentar las restricciones y la CONEAU. Debemos exigirle medidas de lucha a cada centro de estudiantes, cada federación y a la FUA. Tenemos que unirnos con los demás sectores populares y avanzar en la conformación de multisectoriales. Por este camino es posible acumular fuerzas para derrotar esta política, conquistar un gobierno de unidad popular que lleve adelante las medidas que necesita el pueblo, y abrir un proceso de liberación nacional y social para que la crisis la paguen los monopolios y terratenientes que se enriquecieron con la política K.
• Que la crisis no la pague el pueblo y la educación pública
• Más presupuesto para educación
• No al pago de la deuda externa ilegítima y fraudulenta
• Unidad popular en las calles para derrotar la política K
• No al golpe en Honduras